¿Carbohidratos o azúcar?
Las personas con diabetes deben prestar especial atención a la ingesta de carbohidratos debido a la relación directa entre los carbohidratos y los niveles de glucosa en sangre. Los carbohidratos son una fuente primaria de energía para el cuerpo y se descomponen en glucosa durante la digestión. En condiciones normales, el cuerpo regula cuidadosamente los niveles de glucosa en sangre con la ayuda de la insulina, una hormona producida por el páncreas. Sin embargo, en la diabetes, esta regulación es ineficiente o, en el caso de la diabetes tipo 1, prácticamente inexistente.
Cuando las personas con diabetes consumen carbohidratos, la glucosa en sangre tiende a aumentar. Esto se debe a que el cuerpo no puede utilizar la insulina de manera efectiva o no la produce en cantidad suficiente para procesar adecuadamente la glucosa. Como resultado, el exceso de carbohidratos en la dieta puede llevar a picos en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede ser perjudicial para la salud.
En la diabetes tipo 1, las personas deben administrar insulina de forma externa para compensar la falta de producción natural de insulina. Esto implica calcular cuidadosamente la cantidad de insulina necesaria en función de la cantidad de carbohidratos consumidos en las comidas. Si no se tiene en cuenta la cantidad de carbohidratos ingeridos, puede llevar a desequilibrios en los niveles de azúcar en sangre, con consecuencias potencialmente graves.
En el caso de la diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina o la insuficiente producción de insulina hacen que el control glucémico sea un desafío. Reducir la ingesta de carbohidratos y optar por opciones más saludables puede ayudar a disminuir la necesidad de medicación y mejorar el control glucémico en general.